“Las personas tenemos un segundo cerebro en el intestino, en el cual se alojan unas 100 millones de neuronas, nada menos que el tamaño del cerebro de un gato.”
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| nādi parikśa |
Esto ya lo conocían los sabios y asi lo explican en el modelo Anatómico del Yoga .
La zona de la Digestión, Metabolismo y Eliminación corresponden a las zonas que los yogis llamaron Samana y Āpana. Alli donde el cuerpo metaboliza lo que ingerimos, selecciona las nutrientes, separa los desechos, ..aquello que nos intoxica .
Si hacemos referencia al modelo Pancamaya , donde considera al ser humano de una manera holística, donde cada capa está interrelacionada con la otra (fisico, respiración, mente, personalidad, emociones), podemos ver que esta conección no se refiere únicamente a la parte fisiológica como por ej. Cómo nos alimentamos, sino también al modo en que respiramos, a la actividad y calidad de nuestros pensamientos, a características de nuestra personalidad que se va construyendo con nuestros estados de ánimo y temperamento, y en el nivel más profundo,…al modo en que procesamos nuestras emociones.
Ese sinfin de células nerviosas que conforman nuestro aparato digestivo tienen gran incidencia en varios aspectos de nuestra vida.
Los antiguos, no tenían microscopios para observar estas células. No habia endoscopías, análisis clínicos, ecografias, tomografías, centellogramas. Sólo se basaban en la observación, en los detalles más insignificantes y sutiles.
Y a pesar de no tener los medios del siglo XXI, sabían como funcionaba todo este proceso.
Una experiencia traumática no resuelta, …una relación conflictiva no procesada, ..lo que los yoguis llamarían “no cocinada correctamente”, puede desencadenar trastornos a niveles de la digestión y eliminación. Ya sea por apego o por aversión. Por no haberlo transitado y digerido correctamente o por querer expulsarlo y descartarlo sin haber hecho el camino de “procesarlo sanamente.”
Puedo saber que esto es asi a nivel cientifico. Conocer todo el proceso de la digestión y eliminación. Pero creo que mucho más relevante es ir un poco más profundo y observar qué puede estar ocurriendo a nivel más sutil , con mis procesos mentales , con mis relaciones, con mis emociones.
Cuando trabajamos en prácticas de yoga a nivel personal y terapéutico, tomamos en cuenta todos estos planos del ser humano. Quizás desconocemos las causas del desequilibrio, pero vemos los síntomas. Y por ahi comenzamos.
Si el alumno llega con un dolor abdominal y problemas intestinales, primero vamos a tomar en cuenta el diagnóstico clínico médico. Luego trataremos de trabajar sobre los síntomas para palear el dolor y los desequilibrios a nivel intestinal , ya sea por el exceso o la deficiencia.
Y trabajaremos con āsanas que calmen o activen esa zona (de acuerdo al objetivo de activar o apaciguar). La respiración también irá en concordancia . Y luego utilizaremos otras herramientas del yoga para trabajar en el mismo sentido. (mantras, bhāvana, yantra, nyāsas, etc.)
Quizás el alumno no esté preparado para enfrentarse a sus emociones. Por lo tanto nos enfocaremos en un plano más grosero , como puede ser el de posturas y respiración , ya que si hago modificaciones en un nivel, por carácter transitivo, todos los demás niveles serán modificados.
Es un proceso fantástico que hoy se puede comprobar, pero que los yoguis ya conocían hacia miles de años atrás.
El Yoga, considerado desde este punto de vista y utilizado con conocimiento verdadero y responsabilidad, tiene infinitas herramientas para corregir desequilibrios a todo nivel en el ser humano.
Las posturas son la punta del iceberg, …lo que hay abajo…es un océano infinito.
Lilita Engelmann
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